El polen, remedio para la próstata


El polen es un polvo diminuto muy fino de color amarillo, extraído de las flores por las abejas obreras para alimentar a sus crías. Es una sustancia natural que contiene casi todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud como: vitaminas A, B, C, D, E y K, minerales, carbohidratos y aminoácidos; potasio, magnesio, silicio, fósforo, enzimas y caroteno.

El polen posee numerosas propiedades. Entre ellas, en el tratamiento de la prostatitis crónica y la BPH en etapas tempranas por su gran riqueza en Zinc, como pudimos comprobar en varios ensayos donde se obtuvieron resultados muy prometedores

Poder curativo del polen

Un estudio germano-sueco presentó datos concluyentes en cuanto a la efectividad del polen frente a los padecimientos de la próstata. Fue realizado por los urólogos Alken, Jonson y Rol quienes hicieron observaciones en 172 varones con prostatitis. Algunos se les administraron polen por un lapso considerable de tiempo. Gran parte mostró alivio y quienes siguieron utilizándolo no mostraron recaídas. Con ello se vio que la prostatitis se puede tratar con dosis frecuentes de polen.

Un caso realmente excepcional fue el de un hombre de 75 años con graves problemas prostáticos, quien tomó tabletas de polen por dos días, al tercer día descubrió, en el hospital donde le realizaban un estudio, que sus problemas habían desaparecido, ya que las radiografías que ahí le tomaron no mostraron rastro alguno de la enfermedad, sus síntomas se fueron sin dejar huella, por lo cual no hubo necesidad de operar.

Otros médicos naturistas recomiendan el polen como reconstituyente y preventivo y anotan que podría evitar que muchos varones lleguen a la cirugía. Asimismo, sugieren que se tome todos los días.

Nosotros exportamos polen a Japón y el otro día nos comentaba un cliente nipón que allí el polen se utiliza para prevenir y curar la prótasis de los perros, que es el único animal que padece esta enfermedad junto con el hombre.

Modo de consumo del polen

Existen diferentes opciones de consumir polen:
– Se puede masticar tranquilamente el polen hasta deshacerlo por completo en la boca o bien ayudarte a tragarlo con un sorbo de agua. También puedes tomar una cucharada de polen, disuelta en zumo de naranja o en leche y añadirle un poco de miel.
– Si prefieres masticarlo, puedes hacerlo mezclando el polen con yogur, miel o mermelada.

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